Durante los primeros años del reggeatón, era común oír a cierta gente decir, que el género urbano era una simple moda y que su desaparición era tan solo una cuestión de tiempo.
Sin embargo, un par de décadas más tarde, aquí lo tenemos, no solo ocupando los primeros puestos de las listas de popularidad más importantes de la música latina, sino que además ha tomado al mundo por asalto, más allá de idiomas y/o fronteras.
¿Pero Cuál ha Sido el Secreto de Esta Longeva Supervivencia?
Queda claro que son varios los factores que han permitido este éxito increíble de nuestra música alrededor del mundo, pero si tuviéramos que subrayar uno, sin duda alguna, sería su enorme capacidad de adaptación.
¿A Qué Nos Referimos Con Esto?
El “reggaetón de la mata”, como muchos lo llaman, es decir, el original, el que dio comienzo a todo, era puro perreo. La industria se mantuvo en esa fórmula, hasta que, el género mismo comprendió que ese estilo, dejaba afuera a millones de potenciales fans —y artistas—, que gustaban también de otros sonidos. No es secreto para nadie, que si bien existen decenas de grandes músicos innovando este ritmo constantemente, también resulta comprensible que algunos lo acusen de monótono o simplista. Y si sumamos eso al hecho de que su mencionado suceso, “desplazó” fuera del mainstream al resto de los demás géneros, nos encontramos con un estilo, cuya soledad, allá en lo más alto de éxito, bien podría haber sido también la causa de su muerte.
¿La Solución?
A lo largo de los años, esa necesidad de cambiar o de respirar nuevos aires, ha ido llevando al renacimiento, al menos momentáneo, de aquellos géneros “desplazados”, a los que nos referíamos antes. Hemos visto a la música urbana codearse con el merengue-mambo, el dembow, la salsa, la electrónica, la bachata, el rock, o como está sucediendo ahora, la música regional mexicana.
Si no Puedes con tu “Enemigo”… Únete a él
Competir es siempre una opción, pero por qué entrar en ese peligroso juego cuando, desde la cima de la fama, cualquier reggaetonero tiene la posibilidad de gestionar una colaboración con el músico del momento, del género de moda. Esta movida no solo ayuda a mantener su reinado intacto, sino que le permite además acceder a públicos nuevos, expandiendo su alcance y asegurando así su mandato.
Desde luego, esto crea una avenida de ida y vuelta en la que el músico y género del momento también se ven favorecidos por la exposición que significa hoy en día, grabar con un Feid un Maluma, una Karol G, un J Balvin, o desde luego, un Bad Bunny.
¿Amistad o Negocio?
Seguramente existirá uno que otro caso de artistas colaborando juntos por una cuestión de amistad o hermandad, pero en términos generales, todas estas participaciones con otros artistas, no son más que acciones inteligentemente, pensadas para asegurar la supervivencia, primero del artista en cuestión y segundo del género como tal.
Quienes entren a la industria de la música pensando solamente en el aspecto artístico, sin ver y trabajar también el lado del negocio y las relaciones, y sin prestar atención al “radar” en el que aparecen aquellos picos de popularidad, mostrados por músicos y bandas de otros géneros, deberá remar muy duro para lograr sobrevivir al tiempo.
Por eso es importante dejar en claro que, nada de esto es casual. El éxito musical ha sido creado por talentosos artistas y productores, al tiempo que el éxito del negocio ha contado y sigue contando con cerebros que tienen la destreza de saber, con anticipación, cuál será la próxima canción, artista o estilo, al que la música urbana deberá acoplarse. Porque podrán acusar a esta música de cualquier cosa, menos… de falta de inteligencia.
