Cualquiera de ustedes que viva de alguna manera horrorizado por la simpleza de muchas de las letras de las canciones que suenan en el mainstream actual, entenderá la ironía en el nombre de esta nueva producción de René.
Se trata de su primer disco en seis largos años, por lo que era de esperarse que todas las miradas, o mejor dicho, los oídos, estuviesen puestos en este lanzamiento del músico puertorriqueño, que busca, a lo largo de 23 temas, llevarnos en un recorrido que abarca un amplio muestrario de las bellezas y miserias que componen el mundo de hoy.
Repleto de colaboraciones que van desde raperos como Busta Rhymes, Big Daddy Kane, Wos y Vico C a cantantes como Rauw Alejandro, Jesse Reyez y Christian Nodal, entre otros, su música se sumerge en el Hip Hop de la vieja escuela, el rock, el flamenco, el pop y hasta la música palestina.
Varios de sus temas han estado sonando desde hace algún tiempo, como: ‘René’ de 2020, ‘This is not America’ de 2022, ‘Problema cabrón’ y ‘Quiero ser baladista’ de 2023, en los que colaboran Wos y Ricky Martin, respectivamente, como así también ‘Ron en el piso’, lanzado a comienzos de este año.
En este último, nos encontramos con un Residente que entiende que a sus 46 años, su relevancia en la industria de la música ha disminuido considerablemente, pero no solo por un tema generacional, sino porque las reglas del juego han cambiado. Para alguien tan enfocado en el mensaje de sus canciones, el hecho de que ‘las letras ya no importen’, hace que sus composiciones tengan menos oportunidades de crear conciencia.
Más allá de esto, la placa no contiene ningún tema de corte ‘comercial’, por lo que aún cuando no tuviésemos en cuenta lo antes mencionado, esta producción encontraría selectas playlists dispuestas a apostar por ella.
Tal vez sea con eso en mente, que el músico no muestre la más mínima intención de volverse complaciente ante los temas que más hacen arder ese ADN de rebeldía que siempre lo ha caracterizado. Por eso encontramos cortes como ‘Bajo los escombros’, inspirado en los niños de Palestina, junto a Amal Markus o ‘En Talla’, con el cubano Al2 El Aldeano, en el que compara su isla con la de Cuba y denuncia la corrupción existente.
En otras palabras, esta placa no te hará cantar ni bailar, pero posiblemente sí te haga estremecer, reír, llorar y hasta querer romper algo. ¿Con qué fin? Con el de demostrarte que más allá de lo que dicte el mercado, las letras, todavía importan.
