El Problema de Karol G, Que Nos Afecta Todos

Como sabrás, algunos días atrás Karol G salió al choque contra la edición mexicana de la revista GQ, por modificar la foto que le tomaron para la portada del número más reciente de dicha publicación.

La colombiana dijo, entre otras cosas: “No sé ni por donde empezar este mensaje … Hoy se hizo pública mi portada de la revista GQ, una portada con una imagen que NO me representa. Mi cara no se ve así, mi cuerpo no se ve así y yo me siento muy feliz y cómoda con cómo me veo natural”

Esto no es novedad para nadie, ya que todos sabemos que en la gran mayoría de los casos, las fotos de portada e incluso las que aparecen dentro, como parte de las entrevistas realizadas para medios impresos, suelen ser modificadas de tal manera, que si vieras la original vs. la retocada, no creerías la diferencia.

Aclarando

No estamos diciendo con esto que Karol no luzca bella al natural, porque todos sabemos lo hermosa que es, sino que nos referimos al borrado y/o modificación de imperfecciones mínimas, tales como lunares, marcas de vida en la piel o atisbos de celulitis; cambios que en ocasiones terminan por modificar rasgos de caras, anchos de caderas, grosor de brazos y hasta cuerpos enteros.

El Efecto

Esto crea, sobre todo para las chicas y chicos más jóvenes, estándares de belleza que resultan imposibles de alcanzar, lo cual, sumado al mensaje catapultado por las redes sociales, en donde solo vemos gente bella, en lugares paradisíacos, luciendo ropa de diseñadores, o joyas inalcanzables, no hacen más que fomentar un enorme vacío en las cabezas de la gente.

Ser Mejores

No está mal aspirar a lucir mejor o tener un sentido de superación, pero si el objetivo a lograr, resulta ser un blanco móvil que, no importa cuánto nos esforcemos, jamás lograremos alcanzar, termina generando un resultado opuesto, en el que dicho esfuerzo se convierte en frustración, crítica y dilapidación de nuestro amor propio. 

Concientización

De un tiempo a esta parte, hemos visto esfuerzos por contrarrestar todos estos falsos estándares, intentando convencernos de que, a nuestra manera, todos somos bellos, aun cuando seamos gordos, calvos, bajos de estatura o tengamos cualquier otro “defecto”, que no coincida con la avalancha de imágenes de perfección a las que nos vemos expuestos a diario. 

¿Está funcionando?

Quién sabe… es cierto que tal vez haya gente a la que estos esfuerzos los hayan ayudado a aceptarse tal y como son, pero la realidad es que esas buenas intenciones, no llegan a competir con la presión que todos sentimos por estar lo más cerca posible del estilo de vida e imagen de aquellos a quienes seguimos y admiramos.

¿Otra Solución?

Tal vez, más que buscar formas de conformarnos con cómo somos, o lo que somos, deberíamos exigir que, aquellos que se encuentren en el ojo público, no nos engañen ni permitan que los usen para engañarnos o mostrarnos imágenes que no conecten con la realidad de dicha persona. 

Por eso, lo que hizo Karol al realizar esta suerte de denuncia pública, sea tal vez la única forma en la que podamos ayudar a las nuevas generaciones de jóvenes, a verse de igual a igual con aquellas personas a las que admiran. Lo importante no es solo aprender a querernos tal y como somos, sino también a estar seguros de que todos juguemos a este juego, utilizando las mismas reglas. Eso es todo.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *