A simple vista, esta gala pareciera ser una muestra de la opulencia en la que viven muchas de las celebridades que asisten a este evento -y lo es-, pero detrás de las joyas y exuberantes atuendos existe también una buena causa.
El objetivo principal es el de recaudar fondos para el instituto de Vestimenta del Museo de Arte Contemporáneo (MET) por lo cual los asistentes pagan cerca de US$ 30.000 por boleto.
Cada año, el museo designa un tema específico, que sirve para quienes asistan basen su look en dicho tema, que en esta ocasión fue “Gilded Glamour”, algo así como Glamour bañado en oro.
J Balvin asistió con un traje muy sobrio y clásico de la firma Moschino, con un bastón que lo acompañó en todo momento y que sirvió para darle a su atuendo un toque extra de elegancia.
Desde el momento en el que nos enteramos que Bad Bunny asistiría, sabíamos que no sería con la sobriedad de su amigo josé sino algo mucho más extravagante, y así fue.
El puertorriqueño se apareció con un conjunto Burberry de falda larga color beige, un peinado proveniente de la década del 40 y un lorgnette, que es un par de anteojos con mango, que se usa para mantenerlos en su lugar, en lugar de ajustarse sobre las orejas o la nariz.
Por su parte, Anitta puso a su país en alto al lucir impecable con su vestido morado y detalles de perlas, que al igual que Balvin, fue diseñado por la firma Moschino.
Camila Cabello arribó con un sensual vestido blanco con detalles floreados que según se dio a conocer, fueron pintadas a mano, trabajo que demoró más de un mes de arduo trabajo.
La Española Rosalía no se quedó atrás, luciendo un ajustado vestido de pedrería, de la firma Givenchy acompañado de un par de modernos anteojos de sol que le dieron el toque “cool” a su pieza.
Ubicado en la ciudad de Nueva York, el evento contó con decenas de las celebridades más influyentes del mundo, quienes son invitadas cada año para celebrar lo mejor de la moda global.