Nadie más que ellos y su equipo, saben las cifras reales de lo que ganan, pero se especula que Daddy Yankee ha llegado a cobrar hasta $1 millón de Dólares por concierto, seguido de Bad Bunny, J Balvin y Nicky Jam con $500 mil; Maluma con $300 mil y Ozuna con $200 mil, aproximadamente.
Si se tiene en cuenta la cantidad de conciertos que estos reyes del género urbano, dan alrededor del mundo a lo largo de un año, no hay que ser un matemático experto para darse cuenta de lo que pueden llegar a ganar (y más importante aún), lo que han dejado de ganar durante estos 16 meses de pandemia.
Desde luego, esto no ha causado que ninguno de ellos haya tenido que dejar de pagar la letra de sus Lambos, pero es importante recordar que cuando los artistas llegan al nivel en el que ellos se encuentran actualmente, funcionan más como corporaciones que como meros artistas, y cuando una corporación pierde su principal negocio, (en este caso el de los conciertos), buscar nuevos horizontes, suele ser la única solución.
Posiblemente sea por eso que en el último tiempo hayamos visto un aumento en los acuerdos que estos y otros artistas están firmando con marcas internacionales, sobre todo con aquellas de alta gama, como Luis Vuitton, Versace, Gucci, Chanel y otras, que buscan atraer una clientela más joven.
Por otro lado, desde que las zapatillas dejaron de ser parte de nuestro atuendo deportivo, para pasar a ser el calzado de elección del día a día, marcas como Nike, Adidas y Reebok dejaron de interesarse únicamente en deportistas, para comenzar a realizar acuerdos con músicos como Balvin, Anuel AA, Rosalía, Cardi B y Bad Bunny, entre muchos otros.
Durante el Covid-19, este renovado interés de muchos artistas por generar cash, sin necesidad de salir de sus casas, atrajo incluso a otras marcas menos relacionadas con este tipo de celebridades, tales como Crocs y sus zapatos de hule, Mcdonalds con menús personalizados por músicos y más recientemente Hasbro, la fábrica multinacional de juguetes, que acaba de convertir a J Balvin en J.Balvintron, un Transformer de 7 pulgadas de alto, que cuenta con 2 minifiguras en forma de cassette inspiradas en sus álbumes ‘Energía’ y ‘Vibras’.
En otras palabras, no te sientas mal por estos artistas, que a pesar de no haber podido cobrar esas exorbitantes cifras de dinero por falta de conciertos, se las están ingeniando como para que sus cuentas bancarias no se vean tan afectadas.
Y si de paso, ayudan a vender más hamburguesas, zapatillas y ropa de diseñadores, mientras expanden la influencia latina alrededor del mundo, mejor todavía. ¿No Crees?