La noticia del regreso de Tego Calderón, con su nuevo tema, “La Receta”, fue sin lugar a dudas tendencia durante toda esta semana. Después de todo, este ícono de la música urbana latina, llevaba varios años de ausencia y sus fans no veían la hora de escuchar algo nuevo de “El Abayarde”, como se le conoce en Puerto Rico.
Cuando dejamos de ver a un músico o actor por algún tiempo, todos cometemos el inconsciente error de creer que cuando volvamos a encontrarnos con su imagen, lucirá tal cual estaba la última vez que los vimos.
Algo así nos pasó con Tego, no vamos a negar que fue un tanto shockeante verlo con algunas arrugas nuevas y su clásico afro, plagado de canas blancas, pero tampoco podemos olvidar que se trata de una carrera de 30 años y que esos años no perdonan a nadie, ni siquiera a los genios.
Pero lo verdaderamente impresionante de este regreso, no es solo la música y el placer de volver a escucharlo, sino ver el respeto que se le tiene en la industria. Daddy Yankee es un tipo respetado, pero Tego está a otro nivel; su nombre resuena en nuestras cabezas, casi como el de un prócer o el de un superhéroe intocable, al que todos idolatramos y defendemos.
Estamos hablando de un artista que dio sus primeros pasos musicales en el año 1996 y que luego de varias producciones súper exitosas, fue poco a poco abandonando los escenarios, sin realmente anunciar un tiempo de descanso ni un retiro oficial.
A pesar de esto, su imagen y su legado han permanecido intactos al correr del tiempo. Músicos de la “vieja escuela” como, Residente y de la nueva como, Rosalía, continúan hablando de él en sus letras, como si su sola mención garantizara aumentara la credibilidad de quien verbaliza su nombre.
Pocas marcas en el mundo, logran semejante nivel de respeto, aquella vieja frase que reza “ojos que no ven, corazón que no siente”, pareciera no aplicarle, ya que el amor de sus fans nunca llegó a mermar, a pesar incluso de su ausencia.
Posiblemente, tenga algo que ver con lo reservado que siempre ha sido, dando contadas entrevistas y manteniéndose siempre alejado de aquellos medios que no aportaran algo extra a su carrera.
Lo cierto es que escuchar música nueva de Tego, marca un punto de inflexión que es difícil de ignorar y que como los tangos de Gardel, el rock de Los Beatles o simplemente un buen vino, no hace más que mejorar, a pesar del tiempo.
¡Bienvenido a casa, Tego!
