#FreePaulo – La Campaña Viral Para liberar a Paulo Londra

La estrella argentina de trap, Paulo Londra, parecía estar viviendo un sueño. Sus días de rapear en videos caseros de Youtube, habían pasado a convertirse en producciones de alto vuelo que hoy superan las 900 millones de visitas. Además, acababa de ser convocado por el británico Ed Sheeran para colaborar con él y su novia Rocío Moreno, esperaba un bebé.

La Demanda

Sin embargo desde entonces, Paulo enfrenta una disputa legal que ha puesto su carrera en el freezer por casi dos años, luego de que el empresario colombiano Cristian (Kristo) Salazar y el productor Daniel Oviedo (Ovy on the Drums) presentaran una demanda en su contra, acusándolo de incumplimiento de contrato y endeudamiento.

El Primer Acuerdo

El rollo comenzó a partir de un acuerdo que Londra firmó con ellos cuando tan solo tenía 19 años de edad (Hoy tiene 23), transfiriendo el 100% de sus derechos de publicación y composición, a la empresa que cofundó junto a ellos, llamada Big Ligas. 

Las Declaraciones de Paulo

Desde entonces, Paulo habría querido deshacer ese acuerdo, diciendo que fue engañado al momento de firmarlo.

 “Kristo vino con unas fotocopias, una lapicera cara y un filmaker, y me dijo que íbamos a hacer un video para subir a las redes, y entonces nos hizo ponernos de espalda y me dijo que firme unas fotocopias mientras nos filmaban. Pensé que era un simple video y nunca pensé que eso fuese un contrato que harían valer de esa forma tan engañosa”, declaró Londra

La Contrademanda

Por este motivo, Londra presentó una contrademanda un día después de la de Salazar y Oviedo, acusándolos de fraude y representación negligente.

“Esa noche Ovy, quien se había ganado mi confianza como nadie, me dijo que eso que firmé no valía nada, que si yo estaba disconforme, ese papel se podía romper o revisar en cualquier momento. Y de la forma en que me lo dijo y en el contexto que estaba, no me quedó más que creerle.” Agregó el músico en su comunicado.

Si Todo Esto Hubiese Salido Como Estaba Planeado…

La idea original era crear una compañía que representara a Paulo y su música, con Oviedo como productor y Salazar brindando sus servicios de marketing y promoción de la empresa, la cual buscaría negociar un acuerdo de grabación con un sello discográfico de importancia. 

A cambio de eso, Londra recibiría un 55% de las ganancias por grabaciones, y un 73.3% de las ganancias por composiciones musicales. El plazo de dicho contrato era por tres años.

Desde Entonces

Mientras este ida y vuelta se desarrolla, los seguidores de Paulo que no han podido escuchar música nueva de él debido a esta batalla legal, han creado los hashtags #LibereAlLleon y  #FreePaulo. Este último parece haber comenzado a tomar vuelo, ya que se volvió tendencia al ser utilizado por músicos colegas y deportistas que han salido en defensa de Londra.

Ocurre que algunos días atrás, Big ligas habría publicado (y luego borrado) un tweet en el que parecían burlarse de la situación, dando a entender que a pesar de ‘la bronca’ contra ellos en el país sudamericano, otros artistas compatriotas de Paulo, habrían trabajado con ellos, tales como: Tini, María Becerra y Khea, entre otros.

Gasolina al Fuego

Claramente, dicha actitud fue como echar gasolina al fuego, generando que artistas como: Nicki Nicole, Soledad, Abel Pintos y Duki, así como productores de la talla de Bizarrap y deportistas como Facundo Campazzo, quien actualmente juega en la NBA para los Denver Nuggets, hayan salido en apoyo de que a Paulo se le permita lanzar nueva música.

De hecho, Nicki Nicole se quejó de que Big Ligas utilizara su nombre en dicho posting, diciendo:

En Conclusión

Sea como sea y estés del lado que estés en esta disputa, duele ver que el inmenso talento de un artista tan exitoso como Paulo Londra, no pueda ser disfrutado por quienes amamos la música, más allá de contratos o acuerdos legales.

Por eso cruzamos los dedos, para que ambas partes encuentren un punto medio que permita reactivar la carrera de este artista y que todo este rollo no sea más que un mal recuerdo

¡Que así sea!