Deja Que la Música te Ayude

Todos sabemos reconocer cuándo una canción nos alegra o nos entristece. De hecho, muchas veces asociamos ciertos temas a nuestro estado de ánimo, buscando sonidos alegres cuando estamos contentos, y lentos o melódicos, cuando el universo nos pesa.

Sucede que a veces no son nuestros amigos ni nuestra familia, los que pueden decirnos aquello que tanto necesitamos oír en un momento específico de nuestras vidas, sino la música.

El Mejor Remedio

También está comprobado, por ejemplo, que si necesitas hacer ejercicio, pero estás tirado en el sofá sin ganas de mover un dedo, ponerte auriculares con música rítmica y alegre, te dará ese empujón necesario, para levantar el trasero.

Haz la Prueba

Si mides tus pulsaciones y tu respiración a lo largo de un minuto y vuelves a medirlas después de escuchar música alegre o rítmica por 15 minutos, notarás un incremento si oías, por ejemplo: “Rubia Sol Morena Luna” de Danny Ocean y una disminución, si por el contrario escuchabas algo así como: “Quererte bonito” de Sebastián Yatra y Elena Rose.

En Muchos Niveles

Esto no solo nos sucede a nivel personal, muchas veces la música ha ayudado a curar pueblos o países. Un buen ejemplo de ello, podría ser “Yo Vengo a ofrecer mi corazón”, un tema que Fito Paez escribió cuando tenía 22 años, y que ha sido grabado en infinidad de idiomas alrededor del mundo.

Tan solo sus primeras palabras “¿Quién dijo que todo está perdido?… ” han ofrecido una sensación de paz y esperanza durante marchas o protestas políticas en muchos de nuestros países, como Argentina, durante el regreso a la democracia; en Colombia, durante el proceso de paz con la guerrilla; y desde luego ahora… en esta terrible pandemia.

Tus poderes

Pero no se trata solamente de escuchar, la música te da poderes que debes saber utilizar en tu favor… 

Canta (Aunque desafines)

Tu voz es también un instrumento musical. Desde luego, si cantar no es uno de tus fuertes, es posible que (por tu propio bien), no quieras hacerlo frente a tu pareja o tu familia; pero está comprobado que es una forma económica de terapia emocional y física. Cantar en tu carro o en la ducha, ayuda a reducir tus niveles de estrés y produce endorfinas, una hormona que cuando se multiplica, crea una sensación de bienestar general que ayuda a tu salud mental y física.

Baila (Aunque no seas JLo)

Muévete sin vergüenza ni perjuicios, que cuando además de tus oídos, conectas la música con el resto de tu cuerpo, entras en un trance que estimula el flujo de sangre a tu cerebro, y más importante aún, te permite expresar cosas que tal vez no puedes decir en palabras. Con tus movimientos comunicas pensamientos y emociones, como la ira o la tristeza, y al deshacerte de esos sentimientos negativos, logras que te invada una renovada sensación de paz.

En definitiva, el mundo continúa atravesando por momentos difíciles, pero está también en nosotros saber cómo ayudar a despresurizar nuestra mente de sentimientos oscuros de soledad, miedo o incertidumbre, y atraer pensamientos positivos y de esperanza.

Por eso dale play… y simplemente deja que la música te lleve…

…Cuando no haya nadie cerca o lejos,

Yo vengo a ofrecer mi corazón

Cuando los satélites no alcancen,

Yo vengo a ofrecer mi corazón.

Y hablo de paí­ses y de esperanzas,

Hablo por la vida, hablo por la nada,

Hablo de cambiar ésta nuestra casa,

De cambiarla por cambiar, nomás

Quién dijo que todo está perdido?

Yo vengo a ofrecer mi corazón…