¿La Música Suena Como la Oyes… o Mejor?

Quizás nunca te hayas preguntado cuál de los formatos musicales, ya sea Vinilo, CD o Streaming, suena mejor. Normalmente, esa pregunta parece destinada a los “nerds” del sonido, no a quienes simplemente disfrutamos de la música como parte de nuestro entretenimiento diario.

Sin embargo, a pesar de los increíbles avances tecnológicos en todo lo que tiene que ver con el rubro de la música, algunos conocedores del tema, te dirán que en lugar de ganar, hemos perdido calidad.

Los CD’s

Cuando aparecieron los primeros CD’s, aquellos fanáticos que contaban en su casa con una pared de equipos que incluían un preamplificador, amplificador, ecualizador, tocadiscos, bocinas de alta fidelidad y enormes auriculares, juraban que ese nuevo formato digital era lo peor que podía haberle pasado a la música grabada.

¿CD o Vinilo?

Sin embargo, algunos estudios realizados a lo largo de los años, han demostrado que el sonido digital, además de ser menos propenso a la degradación por el tiempo, ofrece una mejor fidelidad que el de un disco de vinilo. Lo que ocurre es que para quienes crecieron oyendo música en aquellos enormes discos negros, el contacto de la púa con el vinilo, se convirtió en parte de la música que oían, y esa ausencia de ‘ruido’ en el formato digital, creó una sensación de vacío auditivo.

Por otro lado, los viejos y actuales amantes del vinilo, argumentan que el sonido cálido y analógico del vinilo agrega una dimensión única a la experiencia auditiva, además de que aprecian la experiencia táctil y visual de los discos, así como las portadas artísticas y el acto físico de colocar la aguja sobre estos.

Los MP3

Luego llegaron los archivos MP3, que gracias a ciertos codecs o algoritmos, permitían comprimir las canciones de tal manera, que un archivo que debía pesar, 300 MB, terminaba pesando tan solo 3 MB. Semejante nuevo avance de la industria, provocó una inagotable discusión entre quienes juraban que esa reducción de tamaño de los archivos, creaba una pérdida de información (y por ende, de calidad de sonido), y los que aseguran que esa pérdida era imperceptible para el oído humano.

Al igual que el formato Wav, estos archivos ayudaron a la salida de los primeros iPods y la posibilidad de descargar canciones y almacenarlas en esos diminutos dispositivos, cambiando nuestras vidas para siempre.

Streaming

Desde entonces, el mundo ha dado a luz a un par de generaciones de chicos que jamás en sus vidas han oído un vinilo, ni un CD ni un MP3, por lo cual para ellos, la música es lo que es y suena como suena. No hay otra cosa contra qué compararla.

La Realidad

Al final del día, como bien planteábamos al inicio de esta nota, la mayoría de nosotros escucha música por el simple placer que nos brinda. Ya sea el nostálgico crujir de un vinilo, la precisión digital de un CD o la conveniencia de las plataformas de streaming, la verdadera belleza radica en la diversidad de opciones que nos ofrecen. La música, después de todo, es una conexión emocional, independientemente del formato que elijamos para experimentarla.

La elección entre vinilos, CDs o streaming es tan personal como la música misma que escuchamos, y cada elección contribuye a la armonía única de nuestra vida sonora.