Imagina esto: Digamos que eres un tal John Smith y vives en… Arkansas. Enciendes tu TV para ver uno de los Late Night Shows… y de repente, te encuentras a estos dos desconocidos, cantando en… ¿¿¿ESPAÑOL???
Desde luego no entiendes ni una papa de lo que Bad Bunny está diciendo en esta nueva presentación latina en un programa anglo; pero en lugar de apagar tu TV y salir corriendo a donar dinero para el muro de Trump, comienzas a darte cuenta que, como dice Residente, su flow se te mete en las nalgas, como la arena.
“Abla Pokitou Espaniol”
Y no es casual, es algo que los productores de estos millonarios programas nocturnos, saben bien. Descubrieron que el sonido que venimos creando los latinos desde hace años, le hierve la sangre a cualquiera, sin importar nacionalidades, ni idiomas… ¡Y eso te incluye a ti, John Smith!.
You Are Not Fired!
Tan solo unos pocos años atrás esto hubiese sido impensable ¿Pautar a un programa un artista al que el 95% de la audiencia no entienda? Hubiese sido un suicidio laboral para quien se atreviera. Sin embargo hoy en día, ¿Quién puede olvidar, por ejemplo, este momento?:
La Vida Loca
Podemos discutir por horas decidiendo quiénes fueron los primeros en abrir el camino… Que si fue Gloria Estefan, o “La Vida Loca” de Ricky Martin, pero lo cierto es que nadie puede negar que desde las explosiones nucleares de “Despacito” de Luis Fonsi y “Mi Gente” de J Balvin, hemos estado en la cresta de esta ola, de la que no van a poder bajarnos, ni con un bazooka.
¿Qué Hubo Parceros?
Y esto no se reduce tan solo a música urbana. Juanes, por ejemplo, ha participado varias veces en estos programas, como esta presentación en el show de Jimmy Kimmel a comienzos de año.
Y tampoco se limita a shows nocturnos. ¿Quién hubiera dicho que las amas de casa gringas que miran talk shows por las tardes, estarían interesadas en mover sus esqueletos al ritmo de J Balvin?
¿Moda? ¡Tu Abuela!
Pues sea como sea, esto no es una moda sino una clara prueba de que los latinos no somos menos que nadie, y somos más que muchos. Por eso, brindemos por nosotros mismos, y como bien dice el Conejo Malo, “Que Dios nos libre… pero no nos guarde”. Amén