¡Buen Viaje, Príncipe!

Cómo sabrás, este sábado pasado se nos fue José José, El Príncipe de la Canción, quien a sus 71 años luchaba contra un cáncer de páncreas desde hacía ya tiempo.

El intérprete de “La nave del olvido” y “No me digas que te vas” es uno de esos artistas que uno conoce aún sin haber seguido su trayectoria. Su repertorio es tan amplio, que solo al volver a oír sus canciones, es que uno se da cuenta de la inmensa cantidad de éxitos que produjo, y de por qué le apodaban así.

No Fue su Enfermedad.

Según declaraciones realizadas por Sarita, su hija menor, el cantante se encontraba en remisión de su enfermedad, e incluso había dejado de mostrarse públicamente porque quería recuperarse y estar “al 100” para que la gente lo viese bien.

De hecho Sarita habría agregado en una entrevista televisiva, que no fue el cáncer lo que terminó con la vida de su padre, indicando que este sufría de “una condición física, y que aun mejorando había momentos difíciles para él”.

La Controversia.

Desde luego nunca falta algo de controversia en estas situaciones, sobre todo cuando hablamos de hijos de diferentes matrimonios. Es así que enseguida comenzaron a aparecer reportes periodísticos indicando que ya existían roses de comunicación entre Sarita y los hijos mayores del cantante, José Joel y Marysol Sosa, fruto del anterior matrimonio de este con “Anel” Noreña.

Pero no estamos aquí para hablar de eso, sino para celebrar su vida, después de todo… levante la mano quien no tenga algún ‘rollo’ familiar por aquí o por allá, con este o con aquél….! ¿Verdad?

Sus Amigos.

Más bien enfoquémonos por ejemplo en el aluvión de celebridades de todos los géneros y edades, que le rindieron un merecido homenaje, publicando mensajes como estos en sus redes:

Sus Últimas Palabras.

Su hija Sarita, expresó también que entre sus últimas palabras, le hizo prometer que ella llevaría a cabo su carrera como cantante. Lo cual podría servirle de consuelo a quienes encuentren en ella una extensión sanguínea que continúe el legado del padre.

Y las Nuestras…

No es fácil despedir a un amigo como este, cuando venías oyéndolo desde niño, o cuya música formó parte de la banda de sonido de su adolescencia, o fue testigo de tu primer amor, o de la primera vez que les rompieron el corazón.

Pero seres humanos como estos no se van, tan solo se encuentran tan adelante en el camino que ya no podemos verlos. Es por eso que solo nos quedar por decirle… ¡Buen viaje Príncipe! Hasta siempre.